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La inseguridad en el conductor aumenta, en la mayoría de los casos, en el momento en el que este se encuentra ante un carril de aceleración o deceleración pero ¿Por qué ocurre esto? ¿Sabemos realmente como actuar ante este tipo de maniobras?
Patricia Pastor, encargada del departamento de tasaciones y bajas de Grupo RO-DES lo deja claro diciéndonos que son muchos los siniestros llegados al desguace, ocasionados por la falta de conocimiento del conductor a la hora de saber como actuar ante ciertas maniobras en la vía, como son los carriles de aceleración y deceleración.
El peligro que supone el desconocimiento de los movimientos que hemos de realizar en cada momento mientras circulamos es obvio, pero ¿Realmente sabemos la realidad de la situación? ¿Cómo afrontarla?
En el artículo de hoy analizaremos cada una de las pautas que se han de seguir a la hora de entrar en una vía por un carril de aceleración o, por lo contrario, salir de esta por un carril de deceleración ¡Sigue leyendo!
Carril de aceleración: Todo lo que debes saber
Los carriles de aceleración son tramos de vía cuyo objetivo es el de permitir al conductor incorporarse a la circulación, permitiendo adaptar la velocidad del vehículo, de forma progresiva, a la de la nueva vía a la que nos vamos a incorporar.
Este tipo de carriles están presentes, sobre todo, en vías rápidas como autovías y autopistas, pero también en carreteras convencionales.
Los carriles de aceleración son puntos críticos dentro del tráfico, pues debemos coordinar la velocidad y posición de dos vehículos: El propio y el de la vía a la que nos incorporaremos. Para evitar un desastre, así como algunas averías innecesarias en nuestro coche, deberemos seguir una serie de pautas a la hora de realizar la maniobra:
- Detén el vehículo al comienzo del carril, siempre y cuando tengas que ceder el paso al vehículo que circula por la vía principal. En caso de que no sea necesaria la detención, no olvides que los vehículos que circulen por la vía a la que te vas a incorporar tienen preferencia de paso.
- Observa la situación del tráfico: Ten en cuenta la situación, la dirección y la velocidad a la que van el resto de vehículos. Recuerda que, en caso de que el tiempo esté con fuertes vientos, deberás seguir una serie de consejos.
- Aumenta la velocidad de marcha hasta que se adapte al tipo de vía para poder incorporarte en la misma. Una vez llegado el momento, introduce el vehículo en el carril teniendo en cuenta las medidas oportunas.
- Facilita la incorporación: Como bien hemos dicho en el primer punto, es importante recordar que todo conductor que se encuentre en el carril de aceleración deberá ceder el paso a aquellos que estén en la vía a la que nos vamos a incorporar.
- En carriles de aceleración largos no será necesario adaptar una velocidad alta, aunque no haya gente, es mejor incorporarse en la vía de forma progresiva.
No olvides que, aunque no exista una velocidad idónea para incorporarse a la vía, se recomienda, en todo caso, que sea constante y que se adecue a las circunstancias del tráfico. De igual forma, se deberá de tener en cuenta una serie de pautas y recomendaciones:
- Señaliza la maniobra que vayas a realizar. Puede parecer una cosa obvia, pero lo cierto es que el resto de conductores no saben tus intenciones.
- Utiliza marchas cortas y aumenta las revoluciones del motor, de esta forma, el vehículo tendrá más potencia y la incorporación se realizará de forma correcta.
- No frenes en seco: Ten en cuenta la situación en la que se encuentra la vía antes de incorporarte, puede que haya un vehículo detrás de ti, por lo que si frenas en seco, podrías ocasionar un accidente por colisión.
Carriles de deceleración: Todo lo que debes saber
Los carriles de deceleración son aquellos que el usuario utiliza siempre que vaya a abandonar una vía, sin necesidad de tener que reducir considerablemente la velocidad del vehículo con el que circula. Comúnmente podemos encontrar este tipo de carriles en vías rápidas en las que la velocidad suele ser elevada.
Por lo general, este tipo de carriles no tienen una dimensión media, pues en ocasiones son más largos y en otras más cortos, dependiendo, en todo caso, de la vía en la que nos encontremos. Ahora bien ¿Cómo realizar la maniobra de deceleración de forma correcta y sin causar peligro en la vía?
Para entrar en un carril de deceleración se han de seguir una serie de pasos, siendo estos los explicados a continuación:
- Advierte la maniobra con tiempo suficiente: Señaliza previamente la maniobra que vas a realizar, de esta forma el conductor que te precede sabrá cómo reaccionar en todo momento.
- Sitúate en el carril más próximo a la salida: Muchos conductores cometen el error de esperar para situarse en el carril que lleva a la salida, ocasionando problemas en la circulación al tener que pasar de un carril a otro en poco tiempo. Por ello, toma nuestro consejo y colócate en el carril correcto con tiempo suficiente.
- Toma la salida por el principio del carril de deceleración: No esperes hasta el final para abandonar la vía, de está forma podrás abandonar el carril de forma progresiva y con el tiempo suficiente.
- Valora la longitud del carril de deceleración: Este es uno de los errores más comunes en los conductores, pues al no medir la longitud del carril, tienen que frenar rápidamente (en caso de que sea corto), pudiendo ocasionar grandes daños en la mecánica del coche.
- Por último, no olvides que NO debes utilizar el arcén cuando entres en el carril de deceleración.
Otro tipo de carriles
Este tipo de carriles son los denominados “especiales”, cada uno dispone de unas características y pautas concretas. Se pueden diferenciar los siguientes:
- Carriles adicionales: Se encuentran en vías de un único carril con el objetivo de aumentar su capacidad, son estrechos, por lo que la velocidad máxima para circular es de 60 y 80 km/h.
- Carriles BUS-VAO: Su principal objetivo es el de dar prioridad a los vehículos de alta ocupación en aquellos casos en los que el tráfico sea intenso. Principalmente están reservados para turismos, vehículos mixtos, motocicletas y autobuses.
- Carriles reversibles: Pretenden menguar el tráfico en zonas urbanas. En estos, el conductor está informado del sentido de cada carril gracias a los semáforos.
- Carriles en sentido contrario: Se emplean, sobre todo, en carreteras que presentan continuos y elevados atascos. Se encuentran principalmente en autovías y autopistas y la velocidad está limitada a 60-80 km/h.
- Carriles de espera: Áreas designadas para que los vehículos se detengan temporalmente. Estos carriles suelen estar ubicados en intersecciones, cruces o entradas a zonas de carga y descarga, y están destinados a facilitar el flujo del tráfico.
Junto a todos los anteriores, existen otro tipo de carriles especiales que podemos encontrar en carretera, como los de adelantamiento – permiten a los conductores rebasar a vehículos más lentos sin invadir el carril contrario – o los de emergencia – reservados para el uso exclusivo de automóviles accidentados o con averías mecánicas, así como a aquellos vehículos destinados a proporcionar asistencia en carretera.
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Preguntas frecuentes
¿Qué son las vías rápidas en carretera?
Se trata de tramos diseñados para permitir un flujo de tráfico más rápido y eficiente, con características que facilitan una circulación segura a velocidades relativamente altas.
Estas vías suelen tener un diseño más recto y amplio que las carreteras convencionales, con separaciones físicas entre los sentidos de circulación, lo que reduce el riesgo de colisiones frontales y proporciona una mayor seguridad. Algunas de sus principales características son:
- Suelen tener al menos dos carriles en cada dirección, permitiendo que el tráfico fluya de manera más eficiente y que los conductores puedan adelantar con seguridad.
- Disponen de una barrera central que separa los carriles de circulación en direcciones opuestas, evitando colisiones frontales y mejorando la seguridad general de la vía.
- Evitan intersecciones a nivel con otras carreteras, vías de ferrocarril o caminos locales, lo que reduce el riesgo de accidentes y mantiene un flujo continuo de tráfico.
Al separar el tráfico de manera efectiva y proporcionar condiciones de conducción más predecibles, las vías rápidas contribuyen significativamente a la reducción de congestiones y accidentes en las carreteras.
¿Se puede dar marcha atrás para incorporarse a la circulación?
Por lo general, y en respuesta a la pregunta formulada, no se recomienda dar marcha atrás para incorporarse a la circulación, ya que puede ser peligroso y está prohibido en el Reglamento General de Conductores y la Ley de Tráfico.
La marcha atrás debe reservarse para maniobras de estacionamiento o situaciones en las que no hay otras opciones seguras disponibles.
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