Al abrir el capó de nuestro vehículo, son muchos los elementos y fluidos que podemos encontrar, siendo algunos de estos algo complicados de ubicar. De entre la importancia de conocer los elementos que esconde el capot de nuestro coche, radican los líquidos, cuyas funciones son vitales para garantizar el buen funcionamiento del vehículo.

Aquí es donde entra el líquido de frenos, uno de los elementos que facilitan el funcionamiento del sistema de frenado del vehículo, aumentando consigo la seguridad en la circulación.

El sistema de frenado se conoce como el componente de seguridad activa más importante que tenemos en nuestro automóvil, requiriendo del líquido de frenos para realizar una correcta y progresiva frenada ¿Qué ocurre si este fluido está en mal estado? ¿Cuáles son los pasos para realizar su cambio?

En el artículo de hoy, y tras observar la notable indecisión de los usuarios a la hora de realizar el cambio del líquido de frenos, analizaremos cada una de las características del mismo, así como de las pautas que se han de seguir en su sustitución ¡No te lo pierdas!

El líquido de frenos es un fluido vital en el sistema de frenado del vehículo cuya función es la de permitir que, la fuerza ejercida desde el pedal de freno sea transmitida hasta los cilindros de las ruedas.

El correcto estado de este compuesto es muy importante para garantizar la seguridad al volante, pues gracias a su fin, se consigue frenar efectivamente.

La composición de este fluido está hecha a base de un conjunto de aditivos con los que se evita la corrosión de las partes metálicas frente a otros compuestos y materiales, químicos e incluso a la humedad.

De entre las principales características del líquido de frenos podemos destacar:

• Está compuesto, en la mayoría de ocasiones, de derivados del poliglicol.
• El punto de ebullición es elevado, pues el frenado genera elevado calor.
• La temperatura de congelación ha de ser equilibrada para que el fluido no se solidifique, es decir, pase de líquido a sólido, con el exceso de frio.
• El líquido de frenos tiene la capacidad de ser incomprensible, es decir, mantener una densidad prácticamente constante en todo momento, por lo que su volumen permanece inalterable.
• Es higroscópico, por lo que tiene tendencia a absorber la humedad. De ahí que sea muy importante evitar que haya humedad en el circuito o el líquido de frenos, pues de lo contrario estaremos convirtiendo al mismo en comprensible, reduciendo así su eficacia.
• Debe tener una viscosidad disminuida para que pueda desplazarse rápidamente por el circuito.
• Debe ser estable químicamente, de esta forma los elementos del sistema de frenado no se corroerán.

Actualmente, la mayoría de los de frenos cumplen con los requisitos y especificaciones mencionadas.

Antes de iniciar con el listado de los líquidos de freno que podemos escoger para nuestro coche, debes tener en cuenta que la mejor opción es la que el fabricante del vehículo sugiera.

Los distintos tipo de líquidos de frenos se rigen por el DOT (Department Of Transportation), cumpliendo su función de regular la calidad de los líquidos comercializados.

De esta forma, podemos clasificar los tipos de líquidos de frenos de la siguiente forma:

• DOT 3: Se usa, principalmente, en frenos convencionales, siendo el más frecuente y económico. Presenta un punto de ebullición en seco de 205ºC, en húmero de 140ºC y una viscosidad de 1500cSt.
• DOT 4: Su uso es apto para frenos tradicionales y en frenos ABS, siendo semejante al anterior, pero ofreciendo unas prestaciones y durabilidad mucho mayores. Presenta un punto de ebullición en seco de 230ºC, en húmero de 155ºC y una viscosidad de 1800cSt.
• DOT 5: Se usa siempre que el vehículo requiera de un fluido con base sintética, no mineral y no puede mezclarse con otros aceites que posean de base mineral. El punto de ebullición es de 260 ºC.
• DOT 5.1: Es un fluido de tipo DOT 4 que cumple con los estándares del DOT 5 en lo que al punto de viscosidad y ebullición respecta. Presenta un punto de ebullición en seco de 270ºC, en húmero de 180ºC y una viscosidad de 900 cSt.

No olvides que debes consultar las indicaciones del fabricante del vehículo para saber cuál es el tipo que mejor concuerda con las características y prestaciones de este.

¿Cuál usar?

Si quieres evitar riesgos y la aparición de burbujas en el circuito al realizar el cambio de líquido de frenos, es importante que te ciñas a las especificaciones del fabricante de tu vehículo y escojas solamente los productos recomendados por este.

Cambiar el líquido de frenos y purgar el sistema de frenado es una operación complicada que no recomendamos realizar por cuenta propia, pues de hacerlo mal, y teniendo en cuenta que es un elemento con elevada corrosión, tu seguridad a la hora de conducir será mucho menor.

Si, aun así, quieres realizar la sustitución de este elemento tú mismo, puedes seguir los siguientes pasos:

• Ubica el depósito del líquido de frenos y, con la ayuda de una jeringuilla, extrae el fluido presente en el mismo. Introduce el nuevo líquido de inmediato para evitar que entre aire en el sistema.
• A continuación deberás purgar el sistema de frenado del automóvil, para ello tendrás que quitar las ruedas del vehículo, como preferencia, siguiendo este orden:
  • Trasera izquierda
  • Trasera derecha
  • Delantera izquierda
  • Delantera derecha
• Una vez retirado el neumático, retira la protección de plástico del bombín de freno, conecta un manguito de goma y sitúa, en el otro extremo, un recipiente en el que verter el líquido antiguo.
• Inicia el purgado teniendo en cuenta que, antes de aflojar el tornillo del purgador, un ayudante deberá pisar el freno repetidamente.
• Abre el purgador mientras están pisando lentamente el pedal de freno, de está forma podrás iniciar el vaciado.
• Tras finalizar el proceso con la rueda, comprueba el nivel del líquido de frenos, deberá estar entre los niveles mínimos y máximos. Si ha llegado al mínimo rellénalo para poder continuar con el siguiente neumático.
• Repite los pasos anteriores hasta finalizar con las cuatro ruedas.

Cómo podrás ver, no es una tarea sencilla, por lo que se recomienda, en todo caso, acudir a un taller especializado. Desde RO-DES Recambios te aconsejamos que no vayas antes de leer esto.

¿Cómo se mantiene el líquido de frenos? 

Para que el líquido de frenos de nuestro vehículo se mantenga en perfectas condiciones deberemos realizar el cambio en el tiempo establecido para ello.

De igual forma, y siendo una pauta importante, deberemos controlar la temperatura, pues cuanto más alta sea, más fácil será que el fluido entre en ebullición, pudiendo generar la formación de burbujas y, con ello, fatales consecuencias.

Ten en cuenta también que, cada vez que se realice el cambio de este, se deberá purgar el sistema de frenos para maximizar su eficiencia y rendimiento.

¿Qué es la condensación? ¿Qué relación tiene con este fluido? 

La condensación aparece siempre que no se realizan los cambios periódicos del fluido, siendo fatal para un sistema hidráulico de frenos como puede ser el ABS, pues la presencia de partículas de agua en el líquido puede provocar grandes daños en el sistema.

La consecuencia de lo dicho anteriormente será la dificultad de las válvulas para abrir y cerrar correctamente.

¿Cómo saber cuándo cambiar el líquido de frenos? 

Crees que ha llegado el momento de sustituir este fluido pero ¿No estás del todo seguro? Para asegurarte deberás comprobar la temperatura de ebullición mediante un sensor destinado a este fin, de esta forma podrás verificar el estado del líquido.

Si lo que quieres, en cambio, es ver en qué nivel se encuentra el mismo, bastará con encontrar el depósito del fluido, abrirlo con cuidado e introducir un trozo de papel absorbente. Una vez extraigas el papel, sabrás en qué nivel se encuentra el líquido de frenos y, además, podrás toparte con:

• Un fluido de color oscuro: En estos casos es una clara señal de que se ha de realizar el cambio.
• Transparencia: Ante esta situación, deberás comprobar el marcador del nivel visible en el mismo depósito. En caso de que esté por encima del nivel de referencia, estará todo correcto.

¿Cada cuánto tiempo hay que cambiarlo? 

Generalmente, se recomienda realizar el cambio del líquido de frenos del vehículo cada dos o tres años, variando en función del uso que se le dé al vehículo y la forma en la que se emplee la conducción.

¿Cuál es el coste del cambio? 

El coste del cambio del líquido de frenos depende, en gran medida, de la ubicación del mismo, así como del taller al que acudamos para realizar la sustitución.

Por lo general suele oscilar los 60€, pero, teniendo en cuenta los factores anteriores, la sustitución de este elemento puede llegar a tener un coste de 100€, incluyendo la mano de obra en las cifras anteriormente mencionadas.

¿Quieres cambiar el líquido de frenos de tu coche? Hazlo con toda la información que te hemos dejado ¿Tienes dudas? ¡Déjalas en comentarios!