El embrague es un elemento propio de los automóviles que visten una caja de cambios manual (en algunos casos también en la automática) y cuyo cometido es tanto separar como unir el giro del motor a la transmisión y, con ello, liberar el movimiento hacia las ruedas motrices.

Debido a la importancia de este elemento para el correcto funcionamiento del vehículo, debemos tener en cuenta cada una de las características que tiene, así como las posibles averías a las que se expone y como detectarlas.

El embrague es uno de los elementos del vehículo al que más presiones y esfuerzos está sometido, así como uno de los que se puede averiar o degradar prematuramente en caso de realizar un mal uso del mismo.

Se trata de un componente con un cometido, aparentemente sencillo, pero que, ante malas prácticas o disminuido mantenimiento, se puede averiar fácilmente.

Podemos encontrar distintos tipos de embrague en un vehículo, siendo estos los mencionados a continuación:

• Embrague hidráulico: Es muy común en las cajas de cambio automáticas y en este, la energía se trasmite por una bomba centrífuga que comunica con una turbina.
• Embrague de fricción mecánico: Es el más común en los turismos, formado por un volante motor en el que se apoya el eje primario de la caja de velocidades.
• Embrague electromagnético: Son los menos comunes, y su principal cometido es el de aprovechar la fuerza del bloqueo o campo electromagnético para transmitir el par de giro.

Composición

La composición del embrague del vehículo se basa en:

• Disco de fricción: Se instala de forma directa en el eje de entrada, generalmente entre el plato de presión y el volante de inercia.
  • Al accionar el embrague el disco se desliza hacia delante del eje de entrada asegurándose entre el volante de inercia y el ensamblado del plato de presión.
  • Al desembragar, el disco ya no está accionado, y la placa de presión y el volante de inercia siguen girando.
• Volante motor o de inercia: Está sujeto al cigüeñal y gira a la misma velocidad que el motor del coche, permitiendo almacenar la energía cinética y transmitirla a las ruedas del vehículo.
• Mecanismo de accionamiento: Llevarlo o no depende del tipo de mando del coche. Este mecanismo incluye un rodamiento que se apoya sobre el diafragma, empujando las láminas para presionar o liberar el disco.
• Carcasa o cubierta: Se encarga de cubrir el sistema de embrague y cumple la función de fijar el volante de inercia.
• Collarín de empuje: Denominado también como cojinete de empuje, este elemento se encarga de unir o separar el disco cada vez que el conductor pisa el pedal de freo o desembraga.
• Maza de embrague: Teniendo en cuenta la descripción introducida por Autodoc en su artículo:
  • Cuando se activa el embrague, el ensamblado del plato de presión presiona el ensamblado del disco contra el volante de inercia, transmitiendo la potencia del motor a la transmisión.
  • Cuando se suelta, deja de empujar el disco de embrague contra el volante de inercia y se interrumpe la transferencia.

Funcionamiento 

Antes de proceder con la explicación del funcionamiento del embrague, debemos saber lo que significa el concepto fricción, siendo este la medida en la que un objeto se desliza sobre otro.

Pues bien, el embrague funciona mediante la denominada fricción entre la palanca del mismo y el volante de inercia – el cual está unido al motor y a la placa del embrague de transmisión -. De esta forma, en el momento en que el pedal de embrague se pisa, los muelles se encargan de empujar la placa de presión contra el disco de embrague, presionando contra el volante bimasa.

Es importante recordar que la fuerza que soporta el embrague dependerá, en todo caso, de la fricción entre la placa del embrague y el volante de inercia.

Dentro de su funcionamiento, podemos encontrar tres posiciones distintas:

• Posición de embrague: Se da en aquellos casos en los que el disco está acoplado y se trasmite la potencia por completo, vinculando el motor y las ruedas.
• Posición de desembrague: Es cuando el pedal de embrague está pisado y desacoplando el disco del sistema.
• Fase transitoria: Es el momento en que está entre varias posiciones, en el que se suavizan los choques mecánicos para que el cambio no sea violento.

En primer lugar, y para poder determinar el origen del conjunto de ruidos que puede emitir el embrague de nuestro vehículo, deberemos seguir una serie de pautas y recomendaciones.

Uno de los motivos por los que un conductor debe preocuparse seriamente es la presencia de sonidos extraños u elevados y constantes durante la marcha. Por lo general, este tipo de ruidos se deben a una mala lubricación en el sistema, pero lo cierto es que la gravedad es mayor en alguno de estos.

De entre los sonidos que podemos encontrar en el sistema de embrague de nuestro vehículo están:

• En punto muerto: Si notamos un ruido extraño cuando estamos en punto muerto y este desaparece cuando pisamos el pedal a fondo, podría deberse a una avería en la caja de cambios o un desgaste en la horquilla.
• Con el pedal suelto: En caso de presenciar ruidos extraños ante esta situación, puede deberse a:
  • Un desgaste en los muelles de disco o de fricción.
  • Una desalineación del motor y de la caja de cambios.
  • Un desajuste en el mando de transmisión.
• Pisando el pedal lentamente: En estos casos nos encontramos ante un fallo u avería en el collarín de embrague.

¿Cuál es la vida útil del embrague del coche? 

A diferencia de lo ocurrido en otras piezas de desgate en nuestro automóvil, el embrague no dispone de un plazo establecido para su sustitución, sino que esta dependerá de la vida útil del mismo, determinada por el uso que se le dé al elemento, en todo caso.

En caso de que utilicemos el embrague de forma incorrecta y agresiva, este puede durar en torno a los 5.000 kilómetros e incluso menos. Por lo contrario y, siempre que se use de forma suave y progresiva, la vida útil de la pieza podría ascender hasta los 400.000 kilómetros sin ningún tipo de inconveniente.

¿Cuánto cuesta un embrague? 

La sustitución de este elemento no es para nada económica, variando el coste en función de la marca y el modelo del coche, así como de la inclusión o no de un volante de masa en el sistema.

En cualquier caso, podemos generalizar su coste en torno a los 600 euros, incrementándose hasta los 1.200 euros en caso de vestir un volante bimasa.

¿Sabías que el volante bimasa es uno de los 12 elementos que no deberías adquirir nunca de un CATV?

¿Por qué la mayoría de coches automáticos no visten este elemento?

Puede que, al igual que nosotros, te hayas hecho está pregunta alguna vez, y la respuesta es bien sencilla.

Con un tipo de transmisión automática, el conductor tiene la posibilidad de cambiar de marcha de forma automática, o en cambio, optar por hacerlo manualmente. En cualquier caso, la presencia de el embrague en este tipo de automóviles deja de ser necesaria gracias al sistema hidráulico con el que funciona.

¿Cómo puedo evitar la aparición de averías en el elemento? 

De entre las pautas que podemos seguir para procurar que el embrague de nuestro vehículo no presente ninguna avería o rotura, encontramos las siguientes:

• No utilizar el punto muerto al detenernos: Lo cierto es que gran parte de los conductores comete este error, pues es la forma más cómoda de estar parados, pero hacerlo puede dañar el embrague del vehículo.
• No dejar el pie sobre el pedal: De hacerlo provocaríamos el desgaste en el cojinete de empuje.
• No picar el embrague: Con esto nos referimos a evitar que el motor se revolucione demasiado cuando pisamos el embrague.

¿Puede un coche funcionar sin embrague? 

Como bien hemos dicho en el primer párrafo de este artículo, el embrague es un elemento capaz de conectar y desconectar la transmisión del motor para permitir el cambio de marchas.

Por ello, conducir un vehículo de transmisión manual sin este elemento de por medio es prácticamente imposible de lograr, pudiendo llegar a causar daños en la transmisión de nuestro vehículo.

¿Qué tengo que evitar en caso de que se rompa?

Muchos usuarios siguen con sus rutinas y formas de conducir aun sabiendo que el embrague de su vehículo está roto o presenta averías, siendo este un fallo muy grave.

Para evitar que la rotura del embrague genere mayores consecuencias, te recomendamos que conduzcas de forma suave, evitando acelerones y frenazos bruscos. Intenta evitar también mantener el pie pisado sobre este elemento.

Si tienes dudas sobre si se ha roto el embrague de tu coche, deberás fijarte en cada uno de los sonidos que este emite (Explicados anteriormente), con ello tendrás las claves de la rotura.

¿Crees que tu coche emite alguno de los ruidos mencionados a lo largo del artículo? ¡Acude al taller de inmediato! ¿Tienes dudas? Déjanoslas en comentarios.