La gran mayoría de productos de consumo se comercializa con una garantía, cuyo periodo puede variar en función del origen del artículo o incluso de las propias condiciones del vendedor, ajustándose siempre a los términos legales marcados por la Ley del consumidor.

A continuación, explicaremos todo lo relacionado con las garantías de los distintos tipos de productos, diferenciando entre recambios nuevos, repuestos reconstruidos y de segunda mano o procedentes de desguace.

Según las modificaciones introducidas por la reforma de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios, los plazos de garantía de los productos nuevos se elevan de los 2 a los 3 años.

Desde el 1 de enero de 2022 todos los usuarios que adquieran un coche nuevo (u otro bien de consumo como por ejemplo un recambio para reparar o poner a punto su coche) tendrán tres años de garantía. Y no solo eso, el fabricante del vehículo deberá tener, durante 10 años, piezas disponibles del modelo del coche vendido (antes eran 5). 

• Si aparece el defecto del producto durante los 2 primeros años, el fabricante deberá repararlo o sustituirlo totalmente gratis (Siempre y cuando no se demuestre que es una avería asociada a un mal uso) y se considerará un defecto de origen, por lo que no será necesario que el consumidor demuestre nada para que se aplique la garantía y, el vendedor, deberá realizar la reparación sin coste alguno, reponer el producto o reintegrar el importe del mismo.
• Si el defecto o problema aparece y se manifiesta en los últimos 12 meses, el fabricante o vendedor podría exigir al consumidor que demuestre que el fallo es de origen, lo cual suele tener dificultad. No obstante, en la práctica, el vendedor suele responder de casi cualquier defecto surgido antes de alcanzar el periodo de tres años tras la compra, siempre que no se pueda relacionar un mal uso o instalación de la pieza.

Las piezas adquiridas en un desguace son consideradas piezas de segunda mano, por lo que su garantía seguirá tanto las directrices como los plazos marcados por la normativa. Para adquirir una pieza de un desguace y evitar sorpresas en el futuro, es conveniente seguir una serie de pautas y asegurarse siempre de estar comprando el recambio adecuado.

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de piezas recicladas, es saber diferenciar entre recambios usados procedentes de desguace y repuestos reconstruidos:

• Piezas usadas o de segunda mano: Se recuperan en un desguace, se verifican y se comercializan.
• Piezas reconstruidas: Pueden ser suministradas por los centros CATV u otro tipo de proveedores, así como por parte de primeras marcas fabricantes de repuestos (por ejemplo: Bosch, Valeo…) Antes de ser puestas a la venta, se desmontan, se rectifican sustituyendo los elementos en mal estado por componentes nuevos, se limpian y se someten a exhaustivas pruebas, de manera que se pueda garantizar un funcionamiento totalmente óptimo.

Los desguaces, deben informarán al usuario del plazo de garantía que se corresponde con la pieza suministrada. Estos plazos son, generalmente, de 15 días, 1 mes, 3 meses, 6 meses o 1 año, dependiendo del tipo de pieza adquirida y de otros factores asociados al desgaste y uso de la misma.

Con respecto a la garantía de los repuestos reconstruidos, ésta será siempre de un año a contar desde la fecha de entrega del producto, sin que sea necesario aplicar ningún tipo de división de plazos como sí sucede en el caso anterior.

De entre las opciones que pueden mermar el plazo de garantía de una pieza de desguace, hay que mencionar tres que son de vital importancia, dependiendo, en todo caso, de la situación.

• Si la pieza adquirida en el desguace se ha comprado como “chatarra”.
• Si hablamos de piezas de desgaste, donde la importancia recae en la vida útil prevista de sus características técnicas.
• Si el fallo viene por mal uso del consumidor y no por defectos en la propia pieza, por ejemplo, haciendo un mal uso de la misma.

Requisitos obligatorios en las piezas de desguace o reconstruidas

Independientemente de si se trata de un recambio original, reconstruido o de segunda mano, se tendrán que cumplir los siguientes requisitos siempre que las piezas sean vendidas por un proveedor de recambios reciclados:

• La marca del fabricante y la homologación del Ministerio de Industria deben estar fijadas de manera legible. En piezas de menor tamaño, donde esta información no se ve claramente reflejada o esté deteriorada, se deberá de insertar en etiquetas o en el mismo paquete que contenga la pieza.
• El uso de las piezas deberá estar permitidos por el Código de Circulación.

Si necesitas ampliar la información sobre las garantías de los recambios usados o reconstruidos procedentes de desguace, te aconsejamos revisar nuestras Condiciones Generales de Venta o contactar con nuestro personal de atención al cliente.

Muchos de nosotros adquirimos piezas o recambios de segunda mano para ahorrarnos en la reparación de nuestro vehículo; pero en caso de no saber instalar la pieza y tener que acudir a un mecánico para hacerlo ¿Este puede negarse?

La respuesta es muy sencilla; y es que el taller sí que puede negarse a instalar una pieza proporcionada por el consumidor, aunque hoy en día no es algo demasiado común y la mayoría sí que aceptan que sea el propio cliente quien proporcione el recambio necesario para llevar a cabo la reparación de su vehículo.

¿Y si el taller acepta las piezas proporcionadas por el consumidor?

En caso de que el taller acepte la pieza, deberá realizar una revisión de esta por si tiene algún desperfecto; la revisión supondrá un coste mínimo, el cual deberá estar reflejado en la factura.

El taller tiene que dar una garantía al consumidor donde garantice la instalación de la pieza durante 3 meses o los 2.000 primeros kilómetros recorridos tras la entrega del vehículo.

¿Puede un taller reparar vehículos con piezas de desguace?

Según el artículo 9 del Real Decreto 1457/1986, del 10 de enero, por el que se regulan la actividad industrial y la prestación de servicios en los talleres de reparación de vehículos automóviles de sus equipos y componentes; lo más común es que las reparaciones se hagan con piezas nuevas, y no hacerlo con recambios de usados procedentes de desguace. En cualquier caso, para poder utilizar piezas de segunda mano o usadas en la reparación, el cliente deberá manifestar por escrito su aceptación y el taller hacerse responsable (también por escrito), de que las piezas están en correcto estado y ofrecen las pertinentes condiciones de garantía.