Cuando nos queremos comprar un coche, lo primero que hacemos es informarnos sobre los factores que influirán una vez ese vehículo sea de nuestra propiedad. Qué es mejor ¿El mantenimiento de un diésel o un gasolina? ¿Cuáles son las principales diferencias?

Realizar un correcto mantenimiento en nuestro coche depende de mucho más que cambiar el aceite o procurar que los neumáticos estén con una presión correcta, y es que, dependiendo del tipo de combustible que utilizar el vehículo, este necesitará una serie de observaciones u otras.

En el artículo de hoy, y tras observar el gran número de preguntas que nos habéis hecho sobre este tema, analizaremos las principales diferencias entre el mantenimiento de un coche diésel y uno gasolina.

Mantenimiento del motor

Cada cierto periodo de tiempo o de kilómetros recorridos, todo conductor debe realizar un mantenimiento o revisión del motor, siendo esta una de las más habituales en el vehículo. Los cambios realizados en este tipo de mantenimiento dependen, en todo caso, de la pieza que estemos o vayamos a revisar, pudiendo ser:

• Los filtros: Principalmente el filtro de combustible, pues en este se centran las principales diferencias.

En un vehículo diésel la sustitución del filtro de combustible es muy importante, pues los elementos de inyección, así como la bomba inyectora son esenciales para que la mecánica del coche esté en perfectas condiciones.

En un motor gasolina el filtro de combustible es algo secundario.

• Las bujías: En este caso, es en los motores gasolina es en donde se precisa una constante y definida revisión de este recambio, fijándose, sobre todo, en el espesor presente entre los electrodos de las bujías para que el salto de la chispa sea el correcto y el motor pueda trabajar.

En los diésel, en cambio, se deberán tener en cuenta los calentadores o bujías de incandescencia, las cuales recalientan el combustible, procurando un arranque correcto y progresivo.

• Correas del motor: Como base, cabe destacar los dos tipos de correas que viste el motor, siendo la de distribución y la de accesorios. En este caso se realiza el mismo tipo de mantenimiento tanto en los diésel como en los gasolina, excepto en el tiempo de revisión:
  • Gasolina: Se deberá sustituir la correa entre los 120.000 y los 150.000 km recorridos.
  • Diésel: Tiene más margen de tiempo, siendo este de unos 200.000 km aproximados.
• Sistemas anticontaminación: Llegados a este punto, y siendo el último en lo que respecta a los elementos del motor, cabe decir que, dependiendo del tipo de vehículo, se tendrá en cuenta una pieza u otra.

En los motores diésel el mantenimiento de estos elementos es mucho mayor. Hay que poner especial atención a las válvulas EGR, pues estas se encargan de la recirculación de los gases de escape. Será necesario realizar la limpieza de este elemento cada 100.000 km.

En los gasolina, en cambio, los sistemas anticontaminación no requieren de tanta atención.

El sistema de frenado

El mantenimiento de los componentes montados en el sistema de frenado dependen, en todo caso, del tipo de motor que vista el vehículo. En los motores diésel se deberá prestar más atención que en los gasolina, pues la fuerza de frenado y el desgaste son superiores.

La transmisión

Nos centramos en el embrague como el principal elemento que debemos analizar, siendo las diferencias según el tipo de motor que vista el vehículo las siguientes:

• El embrague de un motor diésel suele tener una vida útil superior a la de uno gasolina. Esto se debe al número de veces que se cambia de marcha con cada uno, al uso que por ello se hace del embrague y al régimen de revoluciones del motor.

En lo que respecta a los motores diésel, deberán poner especial atención al volante bimasa, pues presenta un mayor desgaste.

Diferencias de precio

Son muchos los usuarios de coches diésel o gasolina que optar por comprar recambios de desguace a la hora de reparar su vehículo ya que, en este sentido, el ahorro en los repuestos puede llegar hasta el 70%.

Lo cierto es que, en lo que respecta al precio de los motores, cabe destacar que un motor gasolina es mucho más económico que un diésel, aunque no hay que olvidar que el consumo es menor en el segundo.

• Coste del mantenimiento: En un vehículo diésel aumenta el riesgo de sufrir una avería en caso de no realizarse un correcto mantenimiento.
• Coste del seguro: Asegurar un coche diésel a todo riesgo suele ser en torno a un 14% más caro que hacerlo con la variante de gasolina.

Se ha de saber ciertos factores para tomar la decisión final, y es que:

• Los motores gasolina son más silenciosos.
• Los coches gasolina tienen una mayor variedad en cuanto a los motores, potencias y versiones.
• La fiabilidad en las reparaciones en mayor en los gasolina.
• La mecánica de un coche de gasoil es algo más complicada.
• Un vehículo diésel, como norma general, consume menos.

Dicho esto, y tras las comparaciones realizadas ¿Con qué coche te quedas?